E n el mundo actual existen millones de dispositivos que contienen componentes electrónicos y utilizan o producen electricidad, los cuales se valen de las Normas Internacionales y los Sistemas de Evaluación de la Conformidad para funcionar y adecuarse unos a otros de forma segura. Este interés es común a los gobiernos y consumidores. Los gobierno, desean proteger a la población frente a riesgos innecesarios. Los compradores desean pruebas de la seguridad, el funcionamiento y la fiabilidad de un producto o sistema, y los usuarios de equipos y los consumidores quieren confiar en los productos o servicios que compran. Las Normas Internacionales son la base para la evaluación de la conformidad y disminuyen la circulación de productos de baja calidad. Asimismo, hacen que los productos sean más seguros, lo que, a su vez, aumenta la confianza de los consumidores y la seguridad pública. En el sector eléctrico las regulaciones de los países se basan en las normas: NEMA y las I